viernes, 8 de julio de 2011

"Van dos, ¿y...?

Pasó el segundo partido y Argentina sigue si encontrar el juego claro para llegar al arco rival. Sólo pudo tener la pelota casi todo el desarrollo del encuentro pero sin ideas para poder desequilibrar una defensa Colombia concentrada. Pese a que las individualidades ilusionan, el juego en equipo decepciona.




(Por Ileana Brandan) - Claro lo había dejado Carlos Tévez post partido frente a Bolivia advirt
iendo que “la gente cree que vamos a ganar todos los partidos 5 a 0, pero es difícil”, y ayer quedó mas que demostrado que a la Selección le van a costar todos los partidos. Porque si bien se sabe que en la cancha juegan 11 contra 11, el equipo de Batista tiene nombre de alta superioridad individual pero, lamentablemente, no la saben plasmar en conjunto; además se notó cómo Colombia hizo un juego inteligente en que al principio dejó que Argentina se adueñara de la pelota pero presionando a su rival y que éste se metiera cada vez más atrás.

Fue así que las llegadas más claras de todo el encuentro las tuvo el equipo cafetero por los graves errores de la defensa argentina. Porque Burdisso y Milito tomaban todas las decisiones mal: no salían al cruce, daban pases muy cortos, en los anticipos se olvidaban de que iban en busca de la pelota y se llevaban puesto el aire siguiendo de largo. Porque Zabaleta estaba más preocupado en subir y abrir la cancha en ofensiva, que en marcar y bloquear las subidas de Moreno. Porque Zanetti tuvo que jugar en una posición que, para su perfil, no es beneficiosa.

En la mitad de cancha Mascherano juega ahogado con dos jugadores de similares características pero, ayer, ninguno ayudó. Cambiasso no cumplió con ninguno de los requisitos pretendidos: pasar al ataque, recuperar la pelota, bloquear el medio campo colombiano. Será por eso que le valió el cambio. Un cambio desperdiciado por “El Checho”. Volvió a poner un jugador de recuperación, y lo que necesitaba Argentina era uno que pudiera asociarse a un Messi, que no estaba en sus mejores días, y que peor para él debió bajar mucho y arrancar las jugadas desde el circulo central, cuando su desequilibrio fundamental es de tres cuarto de cancha hacia adelante.

Los ingresos de Agüero e Higuaín dieron la ilusión de encontrar más peso en ataque pero sólo fueron algunos destellos en los primero minutos de sus ingresos. Aún así, el quipo nacional no tuvo ideas y nunca encontró la manera de poder desequilibrar una sólida defensa colombiana.

Así va a ser complicado poder conseguir una victoria, por falta de juego y porque, parece, que la gente ya no tiene paciencia, o por lo menos, la hinchada santafesina. Ahora, hay que esperar resultado que favorezcan y no perjudiquen. Pero también habrá que pensar en buscar ideas porque van dos partidos, ¿y…?

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