martes, 5 de julio de 2011

El debut menos esperado


(Por Juliana Palleros) - La Selección Argentina dio el puntapié inicial de la Copa América. La mayoría esperaba goleada, buen funcionamiento del equipo y como siempre las miradas apuntaban a Lionel Messi.

A medida que pasaba el tiempo la defensa de Bolivia se hacía más fuerte y la delantera argentina más débil, le costaba encontrar el camino para poder llegar al área y se desperdiciaban pases.

En principio, cuando se ven los nombres en el tablero, todo parece estar perfecto, pero a la hora de plasmarlo en el campo de juego las fichas deben moverse y ya no parece todo tan sencillo. Y más aún, cuando el fútbol ha cambiado y no se gana con la camiseta. Hace tiempo que se viene demostrando que ya no es el mismo, y que cuando suena el silbato ya no importan los apellidos ni logros anteriores, sino que son once contra once y lo que prevalece a la larga es lo colectivo.

Bolivia vino a hacer su juego y nadie tiene porqué reprochárselo, se los subestimó desde un principio y nadie pensó en que ellos también jugaban. Sin figuras pero con garra, lucha y sin replegarse después del gol, también atacaron y hasta quedaron mano a mano con Romero quien evitó el segundo gol.

La defensa argentina estuvo desconcentrada por momentos y hasta cometió errores de conceptos básicos, como en las marcas y a la hora de pararse cuando el equipo perdía la pelota. El mediocampo estuvo muy atrás, principalmente Mascherano que parece no estar muy cómodo cuando está muy acompañado y más aún cuando estos tienen características muy parecidas.

El error de Banega que derivó en el gol boliviano no termina de entenderse, querer parar la pelota tan cerca de la línea de gol, quedó demostrado es más que peligroso y además de sorprender al propio arquero, también sorprendió a los mismísimos contrarios.

¿Por qué no intentó despejarla? ¿Por qué estaba en ese palo cuando el corner venía del mismo lado en el que ya estaba preparado el arquero?

A pesar de esto, el mediocampista de buen comienzo no tuvo un gran partido y no pudo asociarse, como se esperaba, con Messi. En cuanto a la delantera, Tévez parece no encontrar su lugar en el sector izquierdo, Messi bajó su nivel en el segundo tiempo y el que sí entró decidido a buscar el gol fue Agüero, que en la segunda que tuvo definió con categoría para poner el empate.

No hay que exagerar, ni pegarle a Messi o a Batista, sí hay que corregir errores, buscar juego colectivo y no olvidarse nunca del respeto hacia el rival, ellos también juegan y no dan nada por perdido.

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