(Por Sebastián Saijo) - Una rareza tras otra. Argentina con Batista en el banco, eliminado tan velozmente por el Uruguay de Tabárez que no hubo tiempo de analizar el encuentro. Porque algunas horas más tarde un Brasil joven, bajo la conducción de Mano Menezes, fue sorprendido por Paraguay que logró un hecho histórico. El equipo de Martino no conoció la victoria durante los 24 días que transcurrió la Copa América 2011. Conclusión: Ganó el que más aguantó y fue iluminado con el agregado de la suerte.
El 24 de julio, a las 16hs, en el estadio Monumental era el objetivo de las doce selecciones. Durante este mes, se sucedieron algunos resultados que generaron broncas, disgustos y sorpresas pero la realidad marcó a Uruguay y Paraguay en la final. Cada uno con distinto recorrido, de acuerdo a lo que fueron capaces de generar dentro del campo de juego y la lotería de los penales, una forma injusta de seguir o quedar afuera de un torneo.
Oscar Washington Tabárez mantuvo la base del plantel uruguayo que conquistó el cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica 2010. Diego Lugano como caudillo inteligente; un mediocampo áspero pero eficaz con Pérez, Arévalo Ríos y Álvaro Pereira; más los encargados de luchar arriba con Luis Suárez que pelea todas las pelotas. Y, por último, Diego Forlán, balón de oro en el último mundial pero, que esta vez, no supo demostrar ese brillo que lo caracteriza.
Del otro lado, estaba Paraguay que más allá del “éxito” que se adjudicó Gerardo Martino, luego de eliminar a Brasil, se encontró en el partido decisivo de la Copa sin haber derrotado a ningún rival dentro del tiempo reglamentario de juego. Justo Villar, arquero de selección; el argentino nacionalizado Néstor Ortigoza para recuperar y Cristian Riveros para crear; pólvora mojada para los goleadores, Nelson Haédo Valdez y el otro argentino Lucas Barrios. Fueron los otros beneficiados por la serie desde el punto del penal. Mérito: la constancia durante los partidos que lo depositaron en un lugar inesperado.
De nada sirvieron los pronósticos y análisis previos. El fútbol estuvo ausente en la fiesta de América. Para ganar, hay que sufrir cueste lo que cueste. Y Uruguay enfrentó con buen estilo ese martirio.
martes, 26 de julio de 2011
martes, 12 de julio de 2011
Una victoria que ilusiona
(Por Juan Manuel Nahoum) - Argentina se jugaba la clasificación frente al modesto equipo de Costa Rica, conducido tácticamente por un conocido de la casa: Ricardo La Volpe. Sergio Batista planificó cuatro cambios con respecto al empate ante Colombia. Gago por Banega, Agüero por Tevez, Higuaín por Lavezzi y Di María por Cambiasso. El “Checho” buscaba generar más juego asociado y lo encontró. Acertó con los cambios que hizo. El equipo jugó mejor, no abusó de las corridas individualistas ni se apresuró cuando los espacios no aparecían.
El primer tiempo tuvo a la Selección Nacional como gran protagonista. Creó seis o siete situaciones netas de gol, a diferencia de los partidos anteriores. La pelota paso mucho por Gago, quien le dio un excelente destino a cada balón. El receptor fue, casi siempre, Leonel Messi. Un Messi distinto, rápido, encarador. El que nos deslumbra a todos partido a partido. Ese Messi que increíblemente es discutido.
Lo tuvo en primera instancia Higuaín, luego Burdisso de cabeza, y cinco minutos más tarde, el “Pipita” la tiró por arriba del travesaño. El gol se hizo esperar. Pero llegó. Recién a los 46`se abrió el marcador, tras un largo rebote del arquero Costarricense. De ahí en más, fue otro partido.
Quedó plasmada la supremacía de Argentina en el segundo tiempo. La Volpe dispuso de dos cambios para contrarrestar la embestida de la Albiceleste, pero ni eso frenó a los dirigidos por Batista. Ni bien arrancó el complemento, Silvio Duarte fue expulsado tras una dura falta sobre Messi. Los espacios comenzaron a aparecer infinitamente. A los 7`, nuevamente el “Kun”, definió bárbaro tras un genial pase del “10” Argentino. La gente no se cansaba de aplaudir, y comenzó el tan famoso, “ooole”. Argentina tocaba y tocaba, era amplio superior a Costa Rica, que solo esperaba que el reloj indique la finalización del match. En 18` Ángel Di María, con un zurdazo al primer palo, puso el 3 a 0 definitivo. Nuevamente, el gestor de la jugada fue el mejor jugador del mundo, Leonel Messi.
A partir del tercer gol, la Selección se dedicó a tener la pelota, la hacía circular de derecha a izquierda. El público reclamaba el ingreso de Javier Pastore. El “Checho” les dio el gusto. El jugador del Palermo de Italia ingresó por Higuaín, mientras que Lucas Biglia lo hizo por Di María. Recién a los 43` los dirigidos por La Volpe tuvieron sun primera y única chance en el partido, cuando Sergio Romero reaccionó de forma espléndida ante un cabezazo de Cubero.
Con esta victoria, Argentina accedió a la próxima ronda en segundo lugar, detrás de Colombia. Habrá que esperar para conocer quién será el rival de Cuartos de Final, partido a disputarse el sábado a partir de las 19:15 con sede en Santa Fé. Las alternativas son Chile Uruguay o Perú.
Claramente, Argentina merecía y se debía una victoria así. Se ilusiona el equipo. Se ilusiona la gente. Por que no, ilusionarse todos.
Uno x Uno:
Sergio Romero: Prácticamente no tuvo participación, aunque en la única que lo exigieron, respondió de manera brillante.
Pablo Zabaleta: Siempre fue opción para los que atacaron por derecha. Buena labor del ex San Lorenzo.
Nicolas Burdisso: A diferencia de los anteriores partidos, no sufrió sobresaltos. Metió un gran cabezazo en el travesaño.
Gabriel Milito: En el primer tiempo, estuvo algo lento, impreciso e hizo foules innecesarios. Levantó mucho en el complemento, aunque no tuvo mucho trabajo.
Javier Zanetti: Al igual que Zabaleta, el jugador del Inter jugó casi de extremo izquierdo. Fundamental tanto para Di María y Agüero, ya que podían descargar siempre con él.
Fernando Gago: Gran acierto de Batista. Jugó e hizo jugar. Inició todos los ataques Argentinos y se asoció bárbaro con Messi. Punto alto del equipo
Javier Mascherano: Desde hace varios partidos no puede hacer pie en el mediocampo. Erró muchos pases y abusó del pelotazo. Único punto bajo del equipo.
Sergio Agüero: Además de ser el autor de los dos goles, entró a la perfección en el circuito de juego. Indudablemente, se entiende muy bien con Lionel Messi. De la mano de Batista, jugó 5 partidos convirtiendo la misma cantidad de goles.
Lionel Messi: La gran figura de la cancha. Dio dos asistencias que terminaron en gol, y media docena más que no terminaron dentro del arco. No hay razones para discutirlo. Disfrutémoslo.
Ángel Di María: Otro cambio acertado del “Checho”.Le aportó dinámica a la mitad de la cancha, llegando al área permanentemente. Cerró una gran noche con el gol.
Gonzalo Higuaín: Tuvo 3 claritas, pero no las supo aprovechar. Igualmente, el “Pipita” jugó un gran partido, participando mucho del juego colectivo.
El primer tiempo tuvo a la Selección Nacional como gran protagonista. Creó seis o siete situaciones netas de gol, a diferencia de los partidos anteriores. La pelota paso mucho por Gago, quien le dio un excelente destino a cada balón. El receptor fue, casi siempre, Leonel Messi. Un Messi distinto, rápido, encarador. El que nos deslumbra a todos partido a partido. Ese Messi que increíblemente es discutido.
Lo tuvo en primera instancia Higuaín, luego Burdisso de cabeza, y cinco minutos más tarde, el “Pipita” la tiró por arriba del travesaño. El gol se hizo esperar. Pero llegó. Recién a los 46`se abrió el marcador, tras un largo rebote del arquero Costarricense. De ahí en más, fue otro partido.
Quedó plasmada la supremacía de Argentina en el segundo tiempo. La Volpe dispuso de dos cambios para contrarrestar la embestida de la Albiceleste, pero ni eso frenó a los dirigidos por Batista. Ni bien arrancó el complemento, Silvio Duarte fue expulsado tras una dura falta sobre Messi. Los espacios comenzaron a aparecer infinitamente. A los 7`, nuevamente el “Kun”, definió bárbaro tras un genial pase del “10” Argentino. La gente no se cansaba de aplaudir, y comenzó el tan famoso, “ooole”. Argentina tocaba y tocaba, era amplio superior a Costa Rica, que solo esperaba que el reloj indique la finalización del match. En 18` Ángel Di María, con un zurdazo al primer palo, puso el 3 a 0 definitivo. Nuevamente, el gestor de la jugada fue el mejor jugador del mundo, Leonel Messi.
A partir del tercer gol, la Selección se dedicó a tener la pelota, la hacía circular de derecha a izquierda. El público reclamaba el ingreso de Javier Pastore. El “Checho” les dio el gusto. El jugador del Palermo de Italia ingresó por Higuaín, mientras que Lucas Biglia lo hizo por Di María. Recién a los 43` los dirigidos por La Volpe tuvieron sun primera y única chance en el partido, cuando Sergio Romero reaccionó de forma espléndida ante un cabezazo de Cubero.
Con esta victoria, Argentina accedió a la próxima ronda en segundo lugar, detrás de Colombia. Habrá que esperar para conocer quién será el rival de Cuartos de Final, partido a disputarse el sábado a partir de las 19:15 con sede en Santa Fé. Las alternativas son Chile Uruguay o Perú.
Claramente, Argentina merecía y se debía una victoria así. Se ilusiona el equipo. Se ilusiona la gente. Por que no, ilusionarse todos.
Uno x Uno:
Sergio Romero: Prácticamente no tuvo participación, aunque en la única que lo exigieron, respondió de manera brillante.
Pablo Zabaleta: Siempre fue opción para los que atacaron por derecha. Buena labor del ex San Lorenzo.
Nicolas Burdisso: A diferencia de los anteriores partidos, no sufrió sobresaltos. Metió un gran cabezazo en el travesaño.
Gabriel Milito: En el primer tiempo, estuvo algo lento, impreciso e hizo foules innecesarios. Levantó mucho en el complemento, aunque no tuvo mucho trabajo.
Javier Zanetti: Al igual que Zabaleta, el jugador del Inter jugó casi de extremo izquierdo. Fundamental tanto para Di María y Agüero, ya que podían descargar siempre con él.
Fernando Gago: Gran acierto de Batista. Jugó e hizo jugar. Inició todos los ataques Argentinos y se asoció bárbaro con Messi. Punto alto del equipo
Javier Mascherano: Desde hace varios partidos no puede hacer pie en el mediocampo. Erró muchos pases y abusó del pelotazo. Único punto bajo del equipo.
Sergio Agüero: Además de ser el autor de los dos goles, entró a la perfección en el circuito de juego. Indudablemente, se entiende muy bien con Lionel Messi. De la mano de Batista, jugó 5 partidos convirtiendo la misma cantidad de goles.
Lionel Messi: La gran figura de la cancha. Dio dos asistencias que terminaron en gol, y media docena más que no terminaron dentro del arco. No hay razones para discutirlo. Disfrutémoslo.
Ángel Di María: Otro cambio acertado del “Checho”.Le aportó dinámica a la mitad de la cancha, llegando al área permanentemente. Cerró una gran noche con el gol.
Gonzalo Higuaín: Tuvo 3 claritas, pero no las supo aprovechar. Igualmente, el “Pipita” jugó un gran partido, participando mucho del juego colectivo.
viernes, 8 de julio de 2011
"Van dos, ¿y...?
Pasó el segundo partido y Argentina sigue si encontrar el juego claro para llegar al arco rival. Sólo pudo tener la pelota casi todo el desarrollo del encuentro pero sin ideas para poder desequilibrar una defensa Colombia concentrada. Pese a que las individualidades ilusionan, el juego en equipo decepciona.
(Por Ileana Brandan) - Claro lo había dejado Carlos Tévez post partido frente a Bolivia advirt
iendo que “la gente cree que vamos a ganar todos los partidos 5 a 0, pero es difícil”, y ayer quedó mas que demostrado que a la Selección le van a costar todos los partidos. Porque si bien se sabe que en la cancha juegan 11 contra 11, el equipo de Batista tiene nombre de alta superioridad individual pero, lamentablemente, no la saben plasmar en conjunto; además se notó cómo Colombia hizo un juego inteligente en que al principio dejó que Argentina se adueñara de la pelota pero presionando a su rival y que éste se metiera cada vez más atrás.
Fue así que las llegadas más claras de todo el encuentro las tuvo el equipo cafetero por los graves errores de la defensa argentina. Porque Burdisso y Milito tomaban todas las decisiones mal: no salían al cruce, daban pases muy cortos, en los anticipos se olvidaban de que iban en busca de la pelota y se llevaban puesto el aire siguiendo de largo. Porque Zabaleta estaba más preocupado en subir y abrir la cancha en ofensiva, que en marcar y bloquear las subidas de Moreno. Porque Zanetti tuvo que jugar en una posición que, para su perfil, no es beneficiosa.
En la mitad de cancha Mascherano juega ahogado con dos jugadores de similares características pero, ayer, ninguno ayudó. Cambiasso no cumplió con ninguno de los requisitos pretendidos: pasar al ataque, recuperar la pelota, bloquear el medio campo colombiano. Será por eso que le valió el cambio. Un cambio desperdiciado por “El Checho”. Volvió a poner un jugador de recuperación, y lo que necesitaba Argentina era uno que pudiera asociarse a un Messi, que no estaba en sus mejores días, y que peor para él debió bajar mucho y arrancar las jugadas desde el circulo central, cuando su desequilibrio fundamental es de tres cuarto de cancha hacia adelante.
Los ingresos de Agüero e Higuaín dieron la ilusión de encontrar más peso en ataque pero sólo fueron algunos destellos en los primero minutos de sus ingresos. Aún así, el quipo nacional no tuvo ideas y nunca encontró la manera de poder desequilibrar una sólida defensa colombiana.
Así va a ser complicado poder conseguir una victoria, por falta de juego y porque, parece, que la gente ya no tiene paciencia, o por lo menos, la hinchada santafesina. Ahora, hay que esperar resultado que favorezcan y no perjudiquen. Pero también habrá que pensar en buscar ideas porque van dos partidos, ¿y…?
(Por Ileana Brandan) - Claro lo había dejado Carlos Tévez post partido frente a Bolivia advirt
iendo que “la gente cree que vamos a ganar todos los partidos 5 a 0, pero es difícil”, y ayer quedó mas que demostrado que a la Selección le van a costar todos los partidos. Porque si bien se sabe que en la cancha juegan 11 contra 11, el equipo de Batista tiene nombre de alta superioridad individual pero, lamentablemente, no la saben plasmar en conjunto; además se notó cómo Colombia hizo un juego inteligente en que al principio dejó que Argentina se adueñara de la pelota pero presionando a su rival y que éste se metiera cada vez más atrás.
Fue así que las llegadas más claras de todo el encuentro las tuvo el equipo cafetero por los graves errores de la defensa argentina. Porque Burdisso y Milito tomaban todas las decisiones mal: no salían al cruce, daban pases muy cortos, en los anticipos se olvidaban de que iban en busca de la pelota y se llevaban puesto el aire siguiendo de largo. Porque Zabaleta estaba más preocupado en subir y abrir la cancha en ofensiva, que en marcar y bloquear las subidas de Moreno. Porque Zanetti tuvo que jugar en una posición que, para su perfil, no es beneficiosa.
En la mitad de cancha Mascherano juega ahogado con dos jugadores de similares características pero, ayer, ninguno ayudó. Cambiasso no cumplió con ninguno de los requisitos pretendidos: pasar al ataque, recuperar la pelota, bloquear el medio campo colombiano. Será por eso que le valió el cambio. Un cambio desperdiciado por “El Checho”. Volvió a poner un jugador de recuperación, y lo que necesitaba Argentina era uno que pudiera asociarse a un Messi, que no estaba en sus mejores días, y que peor para él debió bajar mucho y arrancar las jugadas desde el circulo central, cuando su desequilibrio fundamental es de tres cuarto de cancha hacia adelante.
Los ingresos de Agüero e Higuaín dieron la ilusión de encontrar más peso en ataque pero sólo fueron algunos destellos en los primero minutos de sus ingresos. Aún así, el quipo nacional no tuvo ideas y nunca encontró la manera de poder desequilibrar una sólida defensa colombiana.
Así va a ser complicado poder conseguir una victoria, por falta de juego y porque, parece, que la gente ya no tiene paciencia, o por lo menos, la hinchada santafesina. Ahora, hay que esperar resultado que favorezcan y no perjudiquen. Pero también habrá que pensar en buscar ideas porque van dos partidos, ¿y…?
martes, 5 de julio de 2011
El debut menos esperado
(Por Juliana Palleros) - La Selección Argentina dio el puntapié inicial de la Copa América. La mayoría esperaba goleada, buen funcionamiento del equipo y como siempre las miradas apuntaban a Lionel Messi.
A medida que pasaba el tiempo la defensa de Bolivia se hacía más fuerte y la delantera argentina más débil, le costaba encontrar el camino para poder llegar al área y se desperdiciaban pases.
En principio, cuando se ven los nombres en el tablero, todo parece estar perfecto, pero a la hora de plasmarlo en el campo de juego las fichas deben moverse y ya no parece todo tan sencillo. Y más aún, cuando el fútbol ha cambiado y no se gana con la camiseta. Hace tiempo que se viene demostrando que ya no es el mismo, y que cuando suena el silbato ya no importan los apellidos ni logros anteriores, sino que son once contra once y lo que prevalece a la larga es lo colectivo.
Bolivia vino a hacer su juego y nadie tiene porqué reprochárselo, se los subestimó desde un principio y nadie pensó en que ellos también jugaban. Sin figuras pero con garra, lucha y sin replegarse después del gol, también atacaron y hasta quedaron mano a mano con Romero quien evitó el segundo gol.
La defensa argentina estuvo desconcentrada por momentos y hasta cometió errores de conceptos básicos, como en las marcas y a la hora de pararse cuando el equipo perdía la pelota. El mediocampo estuvo muy atrás, principalmente Mascherano que parece no estar muy cómodo cuando está muy acompañado y más aún cuando estos tienen características muy parecidas.
El error de Banega que derivó en el gol boliviano no termina de entenderse, querer parar la pelota tan cerca de la línea de gol, quedó demostrado es más que peligroso y además de sorprender al propio arquero, también sorprendió a los mismísimos contrarios.
¿Por qué no intentó despejarla? ¿Por qué estaba en ese palo cuando el corner venía del mismo lado en el que ya estaba preparado el arquero?
A pesar de esto, el mediocampista de buen comienzo no tuvo un gran partido y no pudo asociarse, como se esperaba, con Messi. En cuanto a la delantera, Tévez parece no encontrar su lugar en el sector izquierdo, Messi bajó su nivel en el segundo tiempo y el que sí entró decidido a buscar el gol fue Agüero, que en la segunda que tuvo definió con categoría para poner el empate.
No hay que exagerar, ni pegarle a Messi o a Batista, sí hay que corregir errores, buscar juego colectivo y no olvidarse nunca del respeto hacia el rival, ellos también juegan y no dan nada por perdido.
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